miércoles, 18 de noviembre de 2009

Consenso

A veces pienso que lo que hace falta en este país, es consenso. Lamentablemente, mal que nos pese, compatriotas, siempre en nuestras tierras va a haber habitantes que ideológicamente se encuentren en las antípodas unos de otros. Supongo que se trata de algo natural, algo que debe venir en los genes, y que seguramente se irá afianzando aún más en la personalidad de alguien, a través de sus vivencias, y su educación, tanto formal como informal.

O sea, en simples y apuradas conclusiones, decir "hay que matar a todos los fachos" o "hay que matar a todos los zurdos" no representa otra cosa que un total autoritarismo y muestra de intolerancia hacia el que piensa distinto. Es evidente que hay gente que no va a cambiar su manera de pensar jamás. No le interesa, no piensa hacerlo, y probablemente, aunque viva una vida de doscientos años, llena de momentos de quiebres, y eventos impactantes, seguirá en su postura inclaudicable.

¿No parece un probable buen comienzo para iniciar el camino a la paz, lograr darnos cuenta que ese camino será construido entre todos? Ese camino jamás va a poder ser construido a través de la violencia. El tiempo lo ha demostrado. Y si seguimos enfrentándonos con nuestros compatriotas, de seguro que ese camino no se iniciará nunca.

A mi parecer, una de las tantas razones por las cuales nuestro país está como está, es porque en parte, el poder ha traicionado a su pueblo a lo largo de ya muchos años. Los militares, quienes debieran ser personas a las cuales deberíamos admirar y estimar, por estar dispuestos a pelear para defender nuestra sociedad ante cualquier enemigo, se han ganado el odio y la desconfianza de una gran parte de la población. Incluso sus propios comandantes en jefe, presidentes de la república, no han confiado en ellos. Y así, una institución histórica de nuestra nación, que ha logrado ganar grandes batallas, hoy por hoy parece un ejército obsoleto. En algún momento ha estado plagado de cobardes que en nombre de pelear contra la guerrilla, se llevaron a cuanto ciudadano no estaba a favor de su autoritaria manera de tomar el gobierno y llevarlo adelante. Ciudadanos que quizá en algún momento hayan confiado en ellos, por ser los militares de su país.
Pero ellos construyeron su propio ocaso. Ojalá algún día aparezcan militares de corazón noble, fieles a su patria y a sus ciudadanos, que estén dispuestos a construir una sociedad justa a la par de todos los argentinos, porque...¿qué es la patria sino sus propios ciudadanos? Si nos matamos entre nosotros, estamos matando a nuestro país. Y hoy vivimos una pandemia desatada en aquellos tiempos. Quizá ese militar, padre de familia, y feliz esposo, se de cuenta que si obra con el sentido común, y deja la violencia de lado, le va a estar garantizando un lugar digno donde vivir a sus propios descendientes, a su continuidad en este mundo.

Quiero dejar en claro que no estoy soñando con que fachos y zurdos se tomen de las manos y formen un corazón de 500 hectáreas de grande que se vea desde Saturno. Simplemente estoy imaginando cual es el pequeño o gran esfuerzo que todos deberíamos hacer para consensuar.

Después de lo militares, vinieron un montón de gobernantes ineptos y corruptos que lo único que hicieron fue llenarse los bolsillos. No hicieron justicia como debieron, sobre todos los que debieron. No dieron el ejemplo. Instauraron la ley de que acá vale todo, y que la justicia es una insititución blanda que juzgará solo a quienes pueda. Y no hablo de juzgar solo a los militares.
Hablo de que cada uno pague su pena, porque sino ¿como se pregona con el ejemplo?

El claro declive en el que se encuentra en este momento nuestra sociedad, demuestra el pésimo trabajo que han realizado todos ellos. ¿Acaso el político corrupto no se da cuenta que con su perversa manera de obrar le está garantizando a sus hijos un pais donde va a haber muchos más pobre cada día, gente que no tiene comida....¡COMIDA, GENTE! Otra de las bases fundamentales de la vida digna de un ser humano que aspira a desarrollarse. Una persona que tiene hambre no puede pensar en otra cosa que en comer. ¿O acaso somos tan ciegos que no nos damos cuenta que la gente que padece el hambre es conciente de el sometimiento en el que se encuentran?

El ser humano nunca va a acostumbrase a esas cosas, porque la esencia de un ser humano que quiere ser feliz y hacer feliz a los demás, no es padecer, sino vivir. Lo más plenamente que pueda. Y un gobierno hecho por hombres y mujeres dignos, deberían saber que tendrían que quemarse las pestañas día a día para encontrar la manera de asegurarle a su pueblo, comida, techo y educación.

Pero bueno, los hombres y mujeres que llegan al poder, vienen del mismo caldo que yo, y que vos, y que la persona que está al lado tuyo, sudando, e insultando, porque no puede regresar a su casa ese día, porque gente que viene del mismo caldo que vos, y que yo, se está manifestando porque no tiene para comer, o porque vive a la vera de un río contaminado donde lo más parecido al agua es grasa podrida salida de un frigorífico, que se vierte en un ríacho fétido, para luego desembocar en el mismo río de donde otros hombres y mujeres, sacan agua para que después vos y yo, y ellos también, la usemos para darle de beber a nuestros hijos.

Es casi una paradoja...

Es casi un masoquismo social...

El dueño del frigorífico lo debería saber...

Quizá los políticos se han olvidado el arte que tiene la política. Quizá el arte de la política sea el de lograr consenso. El consenso entre personas que se encuentran en las antípodas ideológicas y que viven en un mismo país. Porque eso pasa y va a seguir pasando.

¿Será la caracteristica principal de un buen estadista lograr algo así? Quizás. Quizás uno que inicie y luego entusiasme a los demás. Y que cuando llegue al poder, no se olvide que alguna vez pensó en obrar por el bien de la sociedad. Que no se empalague viendo todas las posibilidades de negociados, transas, y viles maneras de hacerse del vil metal. Que no se tiente con el poder. Que no se tiente con viajar por el mundo, en su avión privado, a los mejores hoteles del mundo, a tomar champagne con otros líderes, a hablar de que país tiene los mejores caballos, o el mejor jamón.

Sino que se de cuenta de que tiene la posibilidad de iniciar un cambio. Que ese lugar de poder, lo responsabiliza en muchos sentidos, pero por sobre todas las cosas, le da oportunidades. Muchas y grandes.

Parecida a la oportunidad que tenemos todos día a día de proyectar una sociedad justa y equilibrada, para nuestros descendientes.

Quizá el trabajo de cada uno radique en como cada uno puede inicar ese cambio, y entre todos, y de a poco, contruir la grandeza de un país.

Eso nos hará sentir mas orgullosos que cualquier cosa.

2 comentarios:

  1. Si si. Por muuuuuuuuy trillada que suene la frase, de verdad creo que el cambio empieza por cada uno de nosotros cada dia. Porque asi como el politico es individualista, todo el resto tambien lo somos. Como vos decis en el post anterior, es la sociedad entera la que fracazo, no solo los politicos.

    Lo peor es que los politicos se creen que estan haciendo las cosas bien.

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  2. Querido amigo, quizá en las cosas más simples, aquellas que como bien vos decís, suenan trilladas, y por qué no, también en los llamados clichés, radiquen las primeras piedritas de un cambio hacia algo mejor, y para todos.

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