martes, 24 de noviembre de 2009

Un Mensaje a la Humanidad


En el año 1941, en plena Segunda Guerra Mundial, el ya exitoso y popular actor y director de cine Charles Spencer Chaplin, estrenaba su mítico film "El Gran Dictador". La película, en blanco y negro, sonora, se sitúa en Tomania, un país ficcional con muchas semejanzas con la Alemania de entonces. Ese país se encuentra gobernado por Adenoid Hynkel, intepretado por Chaplin, en una clara alusión a Adolf Hitler. A la vez, Chaplin interpreta otro papel, el de un barbero judío, a través de su ya emblemático personaje conocido como "El Vagabundo", es decir, el Chaplin de bigotito y bombín que todos conocemos. La película va contando la historia de ambos personajes en paralelo: por un lado, la ambición, la codicia, y el espíritu conquistador de Hynkel, y por el otro, las dificultades del barbero judío, y todos sus amigos y vecinos, por sobrevivir en un ghetto judío controlado por el ejército de Tomania. Al estar ambos personajes interpretados por Chaplin, en un momento de la película, el barbero, disfrazado, es confundido con Hynkel, y llevado a una enorme plaza donde todos sus seguidores y soldados lo esperan para dar un gran discurso para celebrar sus conquistas. Allí, el barbero, conmovido por la situación, da un discurso que, para mi, representa muchos de los valores esenciales que los gobernantes y los pueblos deberíamos tener en cuenta a la hora de proyectar nuestro futuro como sociedad.
Es un discurso imperdible, el cual quiero compartir con ustedes, y también me gustaría que eventualmente vieran la película. De esa manera, el discurso se vuelve mucho más fuerte y significativo. Lo más impresionante es la vigencia que tiene este mensaje, incluso en nuestro país, setenta años después.
Este discurso le costó a Chaplin acusaciones de comunista, y varios años después, perseguido por el senador Mc Carthy, quien "cazaba" comunistas en EEUU, tuvo que exiliarse.

De esta manera, les adjunto aquí dos videos. Uno, el discurso de Chaplin, el cual se sitúa al final de la película. Y el siguiente, el momento en que Chaplin recibe el Oscar Honorífico, cuando en 1971 le dejaron volver a EEUU, país que el amaba por muchos motivos, a recibir el premio y unos de los aplausos más prolongados que se dieron en la legendaria entrega de premios. Una manera de EEUU de pedirle perdón al maestro, y de ser reconcido y admirado por sus colegas.

Con ustedes, el gran Chaplin.



Este es el link para ver el otro video: http://www.youtube.com/watch?v=J3Pl-qvA1X8

2 comentarios:

  1. Te agradezco la nota y el video. Ponès sobre el tapete que nuestros actos resignifican el pasado pero que se proyectan al porvenir. El arte genera un escenario polìtico para nada desechable puesto que en su campo las tendencias destructivas elevan allì donde destruyen, la posibilidad de otra cosa y esa otra cosa tiene que ver con la creaciòn y el amor

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  2. No hay nada que agradecer. Y es cierto lo que decís. Sino, los represores cobardes de todas las épocas y lugares, se hubiesen encargado solo de pelear contra otros hombres armados con armas, y no le hubiesen temido tanto, o aún más, a aquellos armados con pensamientos.

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